Varna es uno de los destinos de sol y playa de Bulgaria y un punto de partida ideal para visitar y conocer la costa norte búlgara del Mar Negro.
Con casi 350.000 habitantes es la tercera ciudad del país y seguramente es la ciudad más interesante y cosmopolita de la costa búlgara.
En 1972, en la orilla norte del lago de Varna, fue descubierta la necrópolis de Varna, la cual data de la segunda parte del quinto milenio a. de C. y es una pieza importante que prueba la existencia de una civilización desarrollada en el sur de Europa del Este. Más de 3000 herramientas de oro con un peso total de 6, 5 kilogramos se han encontrado allí y son consideradas como el cultivo más antiguo de oro en el mundo.
En Varna la presencia griega y romana en la zona ha dejado como legado interantes monumentos que merece la pena visitar. Así, no debe dejarse de conocer el complejo de las Termas Romanas (Rimski Termi) en pleno casco histórico. La Catedral de Sv. Bogoroditsa es la segunda en tamaño del país y fue construída a finales del siglo XIX para conmemorar a los rusos que murieron defendiendo Bulgaria del enemigo otomano.
Una combinación extraña pero armoniosa de ciudad puerto, base naval y balneario, es un lugar atractivo para pasar unos días llenos de historia pero rodeados de modernidad, con un enorme parque para deambular alrededor y una playa larga para holgazanear.
Lejos de la muchedumbre capitalista, Varna cuenta con un número de atracciones menos evidentes, como varias galerías de arte, un delfinario y el único museo naval de Bulgaria, mientras que la ciudad también es la base ideal para excursiones a balnearios cercanos como Sveti Konstantin y Golden Sands (Zlatni Pyasatsi), y las encantadoras ciudades de Balchik y Dobrich.
Los marineros con su uniforme de gala en la costa, se mezclan con los turistas extranjeros y locales cuando estos pasean a lo largo de los bulevares sombreados, revestidos por dignos edificios del siglo 19 y principios del 20. Culturas antiguas, medievales, renacentistas y modernas se mezclan y conviven en la ciudad. De las abundantes zonas verdes que hay tres son de visita obligada: los Jardines Marítimos, los cuales son los más grandes en los Balcanes, el parque Euxinograd, el antiguo Palacio Real y el paraíso de San Constantino.
Varna compite con las grandes ciudades de Sofía y Plovdiv, en su oferta de atracciones culturales y edificios históricos, museos y galerías de arte. También ofrece acceso a algunos de los lugares más silenciosos y escénicos a lo largo de la costa, incluyendo la reserva natural de Kamchiya, el Palacio Real de Balchik y el monasterio de Aladzha.
En 1972, en la orilla norte del lago de Varna, fue descubierta la necrópolis de Varna, la cual data de la segunda parte del quinto milenio antes de Cristo y es pieza importante en mundo de la prehistoria. El descubrimiento prueba la existencia de una civilización desarrollada en el sur de Europa del Este. Más de 3000 herramientas de oro con un peso total de 6, 5 kilogramos se han encontrado allí y son consideradas como el cultivo más antiguo de oro en el mundo.
Necrópolis de Varna
En la zona occidental de Varna, se encuentra una necrópolis prehistórica de importancia mundial, a sólo unos kilómetros del lago del mismo nombre. Descubierto por accidente en 1972, aún continúan las expediciones estimándose un 30 % aun por develar. Este cementerio de aproximadamente 4,600 a 4,200 años a.C. pertenecería a la Cultura de Varna Calcolítica, y tiene 264 tumbas con sofisticados artículos de oro, cobre, piedra y alfarería en su interior. Lo que cautiva es la calidad, el trabajo en su elaboración debió ser primordial para una cultura tan antigua, entre los que destacan los objetos hechos en pedernal y obsidiana.
Un dato curioso es que muchas de las tumbas están vacías, y en su lugar se han encontrado regalos fúnebres. Cerca de 3000 objetos han sido hallados en estos sepulcros, algunos hechos en arcilla sin cocer, y otros con más oro del que se ha encontrado en cualquier otra cultura contemporánea, descubriendo un orden jerárquico respetado hasta en la muerte. Uno de los sepulcros hace tal derroche de oro que incluso ha sido usado como funda para el pene de su dueño, se cree en una veneración a la virilidad y valentía.
No hay muestras de que los artefactos no hayan sido elaborados por artesanos locales. Sus restos también nos descubren una intensa vida comercial hasta en tierras muy lejanas, puede que hayan llegado hasta el Volga.
Los restos a los alrededores muestran una falta de continuidad cultural en la zona, similar a culturas como Karanovo, Lengyel y Vinca, a lo que los estudiosos aún no encuentran explicación, pudiendo tratarse de alguna catástrofe, epidemia o sólo cambios climáticos que hicieron migrar a sus habitantes.
Gracias a estos restos, hoy en día ya se ha descartado definitivamente que los nómadas fueran los que pusieron fin a la sociedad de la edad del Cobre en los Balcanes. El complejo de Varna demuestra un apogeo socio-cultural evidenciado en su metalurgia, objetos lujosos y sus costumbres funerarias, además de la expansión de la agricultura en comunidades aledañas. Es sobre todo, el oro de Varna el que ha sido mundialmente reconocido desde 1973 en una exposición itinerante en los más importantes museos del orbe.
Varna fue promocionada como la primera civilización europea apareciendo en documentales y cubriendo la portada del National Geographic. Actualmente, para el historiador empedernido es preciso viajar al museo de sitio para gozar de las bellezas ahí guardadas, un buen pretexto para conocer este lado oculto de la historia europea, cuyos orígenes corresponden más al lado este.
Cómo ir de Sofía a Varna
- Autobús: el trayecto en autobús de Sofía a Varna dura unas 7 horas.
- Coche: lo recomendable es ir por la autopista A1, pasando por Plovdiv y pasando tambien cerca de Burgas. El trayecto dura unas cinco horas.
- Tren: el trayecto en tren entre Sofía y Varna es de unas 7 u 8 horas.
- Avión: todos los días de la semana hay vuelos entre la capital y Varna. Buscador de vuelos a Varna.